Seguidores

domingo, 22 de marzo de 2015

Ten cuidado al crecer

Ten cuidado al crecer.
Porque crecer puede significar acumular motivos para arrepentirse, 
enumerar razones para odiarse,
archivar viejas historias inacabadas,
descartar viejos sueños inalcanzables,
debatirse entre la nostalgia por el pasado y la preocupación por el futuro,
necesitar excusas para aventurarse a hacer lo incorrecto,
pedir explicaciones,
pedir perdón y permiso por todo y por nada,
dar las gracias y los buenos días también a la gente despreciable
y llorar sin lágrimas,
y reír sin ganas,
y guardar silencio, 
y guardar silencio.

Pero también puede significar soñar cada vez más alto, cada vez más fuerte, cada vez más lejos. Y si actúas como si no existiera nada que ganar y como si no tuvieras nada que perder, te sorprendes de todo lo que tienes y de todo lo que consigues.


Supongo que crecer es contemplar con entereza y resignación que no te vas a convertir en "la persona que siempre quisiste ser", por la sencilla razón de que ni antes ni ahora ni nunca sabrás con certeza quién cojones es ese escurridizo individuo. Y no importa, porque sea quien sea, simboliza un ideal ambiguo y absurdo que no tiene nada que ver contigo y que no ha de condicionar la dirección ni el tempo de tus pasos.


Y entonces, hay que tener cuidado. Porque empiezas no sabiendo quién eres ni qué quieres hacer con tu vida y acabas largándote a la otra punta del mundo sin darle demasiadas vueltas.

Hay que tener cuidado: porque empiezas no sabiendo qué hacer con tu vida y, entre avances, tropiezos y caídas, al final acabas viviendo.
Chengdu (Sichuan)