El único eje corporal que necesito es
tu mirada ejerciendo de horizonte
Porque sé que podemos romper la gravedad caminando al unísono
Sé que con dos suspiros podemos menospreciar huracanes
Allá afuera nos espera la vida
con flores y cañones,
pero mejor no traspasar la puerta
de nuestra piel
el mundo es la historia interminable
de un escritor frustrado
y todo está escrito en los confines del olvido
con la tinta invisible del miedo
Pero me despierto y la historia es muy simple:
Y tú y yo no somos dos amantes,
ni dos personajes con esperanzas cosidas al telón;
es muy simple:
tú y yo solo somos dos figurantes,
vacíos e irrelevantes
que ni siquiera saben que no existen
Imagina que más allá del horizonte no hay más mundos. Que más allá de tu propio pellejo roto, de tu memoria ciega, de tu imagen incompleta y distorsionada, nada más importa porque nada más existe. Yo no sé definir conceptos o delimitar sombras. Así que solamente tú sabrás si estas palabras son silencios vacíos, locura transitoria, retórica insustancial perdida en el espacio/tiempo o una sinergia de incongruencias irrelevantes propias de una niñata de mi índole.
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jueves, 20 de octubre de 2011
domingo, 2 de octubre de 2011
Concédeme este baile
Concédeme este baile
la gente parece contenta aquí
entre cadáveres y limonada
podemos bailar toda la noche mientras el país se va a la mierda
podemos respirarnos, fundirnos al compás de esa música
de gente alegre.
en mitad del baile, uno piensa en la soledad solamente
si está solo;
pero yo te tengo a ti, da igual que no existas,
da igual que el tiempo se haya detenido,
y en las copas sólo quede vómito
y en la sala sólo queden princesas violadas
y sueños rotos
qué importa todo
si esta noche podemos pedirle a la luna que nos regale el cielo
si podemos tararear esta última canción alegre
y olvidar por tres minutos y medio lo infelices que somos
la gente parece contenta aquí
entre cadáveres y limonada
podemos bailar toda la noche mientras el país se va a la mierda
podemos respirarnos, fundirnos al compás de esa música
de gente alegre.
en mitad del baile, uno piensa en la soledad solamente
si está solo;
pero yo te tengo a ti, da igual que no existas,
da igual que el tiempo se haya detenido,
y en las copas sólo quede vómito
y en la sala sólo queden princesas violadas
y sueños rotos
qué importa todo
si esta noche podemos pedirle a la luna que nos regale el cielo
si podemos tararear esta última canción alegre
y olvidar por tres minutos y medio lo infelices que somos
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