La búsqueda se convirtió en espera
La curiosidad se convirtió en desgana
La libertad se convirtió en límites
El caos se convirtió en orden
Los mapas se convirtieron en fronteras
Las reglas se convirtieron en leyes
Los cuentos se convirtieron en historias
La ley del más fuerte se convirtió en la ley del más rico
La revolución se convirtió en una falsa democracia
El explorador se convirtió en perdedor
El intento se convirtió en fracaso
Los gritos al aire se convirtieron en autocensura
Los sueños se convirtieron en insomnio
La ilusión se convirtió en resignación
El deseo de justicia se convirtió en resignación
La esperanza se convirtió en resignación
Vivir se convirtió en resignación
Los caramelos se convirtieron en antidepresivos
El niño se convirtió en hombre.
Imagina que más allá del horizonte no hay más mundos. Que más allá de tu propio pellejo roto, de tu memoria ciega, de tu imagen incompleta y distorsionada, nada más importa porque nada más existe. Yo no sé definir conceptos o delimitar sombras. Así que solamente tú sabrás si estas palabras son silencios vacíos, locura transitoria, retórica insustancial perdida en el espacio/tiempo o una sinergia de incongruencias irrelevantes propias de una niñata de mi índole.
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domingo, 18 de julio de 2010
jueves, 8 de julio de 2010
Ni tú ni nadie
Si no he hablado hasta ahora
es porque
las lágrimas
el sudor
el barro
la sangre
el vómito
me han obstruido la palabra
Si no sale nada de mí
es porque he sido un mar sin oleaje
un puerto sin barcos
o un puerto sin mar
un mar sin horizonte
durante mucho tiempo
y ahora miro por la ventana con repulsa
ahora miro al espejo con repulsa
miro dentro de mí con repulsa
y ya no hay desiertos fértiles
ni cultivos achicharrados
ni rascacielos derruidos
y la civilización es una mentira
y ya nadie puede salvarme
de estas tinieblas
que erosionan mi piel
que se cuelan en mis pulmones
que hacen proliferar miedo
a las tinieblas y al aire
que me encadenan a este metro cuadrado de agonía
y ahora nadie puede despertar a mis órganos vitales
nadie puede ahogar mi angustia
en charcos de sangre donde naufragué siglos atrás
ahora ni tú ni nadie puede salvarme
es porque
las lágrimas
el sudor
el barro
la sangre
el vómito
me han obstruido la palabra
Si no sale nada de mí
es porque he sido un mar sin oleaje
un puerto sin barcos
o un puerto sin mar
un mar sin horizonte
durante mucho tiempo
y ahora miro por la ventana con repulsa
ahora miro al espejo con repulsa
miro dentro de mí con repulsa
y ya no hay desiertos fértiles
ni cultivos achicharrados
ni rascacielos derruidos
y la civilización es una mentira
y ya nadie puede salvarme
de estas tinieblas
que erosionan mi piel
que se cuelan en mis pulmones
que hacen proliferar miedo
a las tinieblas y al aire
que me encadenan a este metro cuadrado de agonía
y ahora nadie puede despertar a mis órganos vitales
nadie puede ahogar mi angustia
en charcos de sangre donde naufragué siglos atrás
ahora ni tú ni nadie puede salvarme
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