Concédeme este baile
la gente parece contenta aquí
entre cadáveres y limonada
podemos bailar toda la noche mientras el país se va a la mierda
podemos respirarnos, fundirnos al compás de esa música
de gente alegre.
en mitad del baile, uno piensa en la soledad solamente
si está solo;
pero yo te tengo a ti, da igual que no existas,
da igual que el tiempo se haya detenido,
y en las copas sólo quede vómito
y en la sala sólo queden princesas violadas
y sueños rotos
qué importa todo
si esta noche podemos pedirle a la luna que nos regale el cielo
si podemos tararear esta última canción alegre
y olvidar por tres minutos y medio lo infelices que somos
Imagina que más allá del horizonte no hay más mundos. Que más allá de tu propio pellejo roto, de tu memoria ciega, de tu imagen incompleta y distorsionada, nada más importa porque nada más existe. Yo no sé definir conceptos o delimitar sombras. Así que solamente tú sabrás si estas palabras son silencios vacíos, locura transitoria, retórica insustancial perdida en el espacio/tiempo o una sinergia de incongruencias irrelevantes propias de una niñata de mi índole.
Tres minutos y medio en un agujero negro por el que huir, nuestra conciencia, de la realidad aún más negra.
ResponderEliminarLike it ;)
Siempre se deben de aprovechar esos momentos ingrávidos pero lúcidos. Buen poema.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Tiene muchísima fuerza esto que escribes. Un placer encontrarte, porque no siempre se aprende leyendo y leyéndote a ti he aprendido mucho, por lo actual, por lo moderno, por lo trasgresor el mensaje. Me gusta. Gracias.
ResponderEliminarPero ves?...siguen naciendo cosas hermosas...como tu propio poema, a pesar de su aparente desesperanza. Mi cordial saludo....y felicidades...¡tienes toda la vida por delante!...
ResponderEliminarUn poema excelente que perturba mi negra alma. Salud.
ResponderEliminar